lunes, 26 de agosto de 2013

La Magia de ser Potterhead: Capítulo Uno

Avanzo a través de las calles de Londres. No pensé que sería tan difícil ir yo sola a Correos; si lo hubiese sabido no les habría dicho a mis padres que yo echaría las postales. Supongo que estaba necesitada de aire fresco después de todo el día encerrada en el hotel.
Estas vacaciones están siendo horribles. Al principio vinimos pensando en un viaje normal, todo el día fuera, haciendo turismo. Y seguiría siendo así si mi padre no se hubiese roto la tibia en aquel escalón. Y eso que fue una caída tonta.
"Menos mal" pienso, "que tengo mis libros".
Y es cierto, no habría aguantado ni los primeros tres días si no fuese por mis libros. Los Juegos del Hambre, Canciones para Paula, ¡Buenos días, Princesa!, Fairy Oak... Y sobre todo, Harry Potter, me han ayudado a trasladarme a otro lugar, a otra época, menos aburridos que el hotel.
Doblo la esquina y llego a un callejón en el que no parece haber nadie. "Esto es lo que menos necesito, tengo que preguntar a alguien por el hotel". Así que vuelvo sobre mis pasos, pensando en que si sigo perdida, tal vez no tenga que volver al instituto el 14 de septiembre, dentro de dos semanas exactas.
Diez minutos después encuentro una boca de metro. "Perfecto, aquí habrá gente a quien preguntar", aunque muchos serán turistas y tendrán la misma idea que yo sobre dónde está el edificio. "Andén 9", leo, "Andén 10", aquí debería estar el Andén 9¾, pero eso es tristemente imposible. Pienso en probar a atravesar la barrera, pero haría el ridículo delante de todas estas personas; además, si fuese maga habría recibido mi carta hace tres años. Aunque hoy es un día perfecto para intentarlo, uno de septiembre.
De todas formas, si me estrellara contra la pared no parecería más rara que la gente que hay por aquí. A mi alrededor observo a un hombre con una peluca afro de colores, una anciana con un abrigo de piel muy hortera, un chico con un carrito en el que lleva un gigantesco baúl y una lechuza enjaulada...
Espera.
"Un chico con un carrito en el que lleva un gigantesco baúl y una lechuza enjaulada".
¿Será un atractivo turístico? Tiene que serlo.
No, el chico está claramente intentando disimular. 
Madre mía, se ha colocado delante de la barrera que separa el andén nueve y el diez.
Corro sigilosamente hasta colocarme detrás suya y agarrarle de la chaqueta justo cuando está demasiado concentrado para notar mi presencia.
Coge carrerilla, yo lo hago también.
¿En qué lío me he metido? Chocaremos los dos, caeremos hacia atrás mientras la gente nos observa divertida a nuestro alrededor.
¿Por qué iba a estar aquí? Podría estar en cualquier otra estación de metro.
El chico empieza a andar con pasos apresurados. Le sigo.
Cierro los ojos y me preparo para el golpe.
No llega.
Abro los ojos.
Estoy en el andén nueve y tres cuartos.


2 comentarios:

  1. *O* ojalaaaa dios miio ojaala estuvieramos en hogwarts :( es q vamos veo a un niño con un carrito en el que lleva un baul y una lechuza intentando cruzar una pared de un metro y me desmaaayoooo de la emosiooon ajajajaja te puedes creer q cuando era mas peque me ponia a tocar las cosas q habia tiradas por si alguna era un traslador? *-* xD

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    1. Jajajajajaja ojalá, viajemos a Kings Cross a ver si hay suerte e.e

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