miércoles, 4 de septiembre de 2013

La Magia de ser Potterhead: Capítulo Dos

Me pellizco las mejillas.
No, no estoy soñando.

Cuando soñaba que cruzaba la barrera que me separaba del mundo mágico, imaginaba diversas sensaciones: euforia, decisión, alegría.
Sin embargo, solo noto una profunda confusión.

¿Qué hago?

Soy, probablemente, seguramente, seguro, la primera muggle que entra en el Andén nueve y tres cuartos. Pero estoy segura de que, si me descubren, me mandarán a casa, no sin hacerme antes un buen Obliviate. Por suerte, sé todo lo que alguien como yo podría llegar a saber sobre este mundo.

Examino todo lo que debo hacer para pasar desapercibida.
Bueno, para empezar, no tengo dinero; bueno, puedo pasar por una triste Sangre Sucia pobre.
La túnica... No podría fingir que se me ha olvidado por ser mi primer año en Hogwarts, porque claro, tengo 14 años.
Entonces me acuerdo.
Cuarto libro, "Harry Potter y el Cáliz de Fuego"; hay más escuelas aparte de Hogwarts: Durmstrang y Beauxbatons. No creo que sea difícil hacerme pasar por alguien de esa escuela que ha cambiado, ¿no? Eso explicaría que no tenga túnica, ni libros, ni caldero, ni... aunque no sabría responder si me hicieran preguntas sobre mi país, o mi idioma...

Mientras pienso todo esto, levanto la vista. El Expreso de Hogwarts está a punto de ponerse en marcha... Así que corro para alcanzar una de las puertas y entro en el interior del tren.
Nada más acostumbrarme a la tenue iluminación del pasillo, distingo a una chica de pelo castaño y ojos grandes que me recuerda a alguien. Bueno, lo mejor que puedo hacer ahora es encontrar alguien en quien confiar, así que me acerco a ella.
—Hola...—La chica me mira directamente (parece de mi edad) y me sonríe; sí, definitivamente me suena de algo.
—¡Hola! Nunca te había visto por aquí, ¿cómo te llamas?—Tiene una voz muy bonita, melodiosa y cantarina, con un toque distraído.
—Eh... Alina... Alina Morales.
—No pareces de por aquí, se te nota en el acento—me guiña un ojo; esta chica me cae bien.
—Pues... no. Soy de España.
—¿España? Vaya... ¿Entonces, es tu primer año en Hogwarts?
—Sí... quiero decir, no... digo...—No se me da muy bien mentir—nunca había estudiado magia.
—¿En serio? ¿Cómo es posible eso?—Parece bastante sorprendida, lo que hace que sus ojos parezcan aún más grandes.
—No tengo ni varita, ni túnica, ni libros. Nunca recibí mi carta de Hogwarts. Supongo que, al ser de España, no me la enviaron. Los magos de allí, bueno... en mi país no hay escuela de magia.
—Entonces, ¿dónde acaban los magos españoles?
—Supongo que les enseñan en casa... pero yo soy una Sangre Sucia.
—¿Y cómo has llegado hasta aquí?
—Bueno, estábamos de vacaciones en Londres.—Espero convencerla, aunque esta chica parece inteligente.
—Pues has tenido mucha suerte. Por cierto, soy Erika. Erika Scamander.

Scamander...
Y de repente caigo; ya sé a quién me recuerda esta chica.

 —¿Tu abuela...?
—Sí, mi padre es Lorcan Scamander y mi abuela es...
Luna Lovegood.
—Exacto. Bueno, ¿entramos al vagón?

La sigo hasta el interior del vagón. Está vacío, excepto por un chico de pelo negro con aspecto distraído. Cuando me ve, se queda pensativo; tal vez intenta recordar si me ha visto antes.
Avanzo hacia él antes de que me pregunte nada y extiendo la mano.

—Hola, soy Alina Morales. Soy de España y nunca recibí mi carta de Hogwarts. Tengo 14 años y estoy aquí por casualidad. ¿Y tú?
Parece estar intentando asimilar toda la información. Al final se decide, alarga su mano y estrecha la mía.
—Lucas Potter. Hijo de James...
—James Sirius Potter.
—Sí, eso es.

Empezamos a hablar de nosotros durante el viaje, aunque prefiero callar y dejarles a ellos, ya que necesito saber cómo se vive por aquí.
En cierto momento miramos hacia el pasillo y vemos el carrito de los dulces.

—Yo invito.—Dice Lucas.

Y sale por la puerta, acompañado del tintineo de las monedas en su bolsillo.

1 comentario:

  1. Woooo, estoy deseando que llegue la tercera parte, me tienes viciadita!!! me encanta TODO de este blog!!!!! :'''''D

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